El gran crecimiento de su marca sucedió en los últimos 4 años, cuando los estándares de la moda recién tomaron un rumbo más empático con el reino animal.
Stella presentó la semana pasada en los salones Opera Garnier de París su nueva colección de zapatos, de la mano de su permanente campaña de moda “ética”. Durante el desfile la británica llamó a mantener la prohibición de cazar a los osos polares con fines de moda y de otro tipo, y por esto fue ovacionada por el público y por su padre el ex Beatle, Paul McCarteny, que estaba sentado en primera fila.
Los zapatos biodegradabas no son más que aquellos que son hechos con materiales orgánicos como el algodón o los tejidos. El cuero o las partes del cuerpo de cualquier animal están absolutamente descartados. Hoy la belleza y estilo no se llevan con la crueldad.
Además de zapatos su línea cuenta con abrigos, chaquetas, tejidos y faldas. No por ser ecológica, la moda va a tener menos glamour, al contrario. Los colores de la modista tienen mucha personalidad y las telas demuestran que se puede confeccionar una infinidad de prendas sin el usufructo animal. Esta moda “ética” parece tener mucho futuro, ya que la empresa de moda que McCarney comenzó recién en el año 1997 y hoy está avaluada en más de 100 millones de euros.
Zapatos biodegradables, tejidos nobles, donde el cuero y las pieles brillaron como siempre por su ausencia: Stella McCartney, que presentó el lunes en París su colección para el próximo invierno, es la única estilista que ha logrado la hazaña de construir un imperio económico con una moda “ética”.
La séptima jornada de la Semana de la moda de París, que cierra el miércoles tras haber presentado 90 desfiles donde se incluyó el cuero y pieles, en cambio, desde la invitación, Stella McCartney,- (Paul se ubicó en primera fila del desfile, que tuvo lugar en los hermosos salones de la Opera Garnier)- reafirmó su convicción ecologista, llamando a mantener la prohibición de cazar osos polares para el comercio.
Stella contó en su cuenta de Twitter que acaba de viajar a Manitoba, en Canadá, para admirar esas “criaturas espectaculares” sueltas en la naturaleza, lamentó que de aquí a 2050, vayan a desaparecer dos tercios de la población mundial de osos polares.
Su colección debutó con abrigos y largas chaquetas masculinas en tejidos rayados, combinados con pantalones o faldas largas, en colores azul noche, negro y gris, para crear una silueta dinámica, anclada en la vida agitada de la mujer de hoy. Propuso también vestidos románticos y sedosos, adornados con encaje o con diseños, que dieron un aire romántico a una parte de la colección.
La creadora no rehuyó de colores vibrantes, como el violeta encendido, el berenjena y el amatista, que pusieron un toque luminoso a su colección de prêt-à-porter.
Stella, se estrenó en la moda en 1997 al frente de la casa francesa Chloé, la que dejó en 2001 para crear su propia marca dentro de Gucci, propiedad del grupo de lujo PPR, dirige ahora un imperio que está estimado en 100 millones de euros.
El crecimiento de su marca, que no se ha desviado nunca de sus valores ecológicos, se triplicó de 30% en 2012 y en 2011, según cifras del diario económico francés Les Echos.
Y la estilista, una convencida vegetariana como su madre Linda,lo ha logrado manteniendo sus compromisos militantes con la causa ecologista y el desarrollo durable.
A diferencia de la mayoría de colecciones vistas en este ballet de desfiles de moda, que empezó en Nueva York, Londres y Milán, y que concluyen el miércoles en París, en la pasarela de McCartney, no hay cuero ni pieles, ni ningún producto que sea producido de cadáveres de animales.
Stella ha reemplazado esos materiales con tejidos orgánicos, como la lana y el algodón, y ha demostrado que la palabra “ética” no está peleada con el desarrollo de una marca de moda.
La organización ecologista Greenpeace publicó en febrero una clasificación de las 15 grandes casa de moda en base a criterios relativos a la ecología, en la que criticó a firmas como Louis Vuitton, Hermes, Chanel, Alberta Ferretti, Dolce&Gabbana y Prada, por no tomar en cuenta esos criterios.
That Hippie Penny Lane
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