Paul decidió animar a los transeúntes de la ciudad de Nueva Orleans tocando alguno de los éxitos más emblemáticos de los Beatles en una red de transporte público. Armado únicamente con su guitarra, el cantautor desplegó todo su talento en uno de los clásicos tranvías de la localidad pero, durante unos minutos, pasó desapercibido por los pasajeros del vagón al ser confundido con un mero cantante aficionado.
"Este tipo se montó en el tranvía y empezó a cantar canciones de los Beatles, como hacen muchos otros músicos en busca de dinero. Todo el mundo le ignoró durante un buen rato, sin percatarse de que Paul les estaba dedicando un concierto en exclusiva. Obviamente, llegó un momento en el que nos quedamos petrificados al descubrir su identidad. Nos pusimos a cantar y a tomarnos fotos con él. Fue una experiencia inolvidable que jamás se repetirá. Uno de los mejores días de mi vida", relató Robert Senft, uno de los afortunados viajeros.
La original iniciativa de la estrella del rock tuvo lugar en Nueva Orleans debido a que tanto McCartney como su mujer Nancy Shevell disfrutan de unos días de vacaciones en el estado de Luisiana. La pareja acudió a la final de la Super Bowl que se disputó el pasado domingo y planean quedarse en la localidad varios días más para estar presentes en el tradicional festival Mardi Gras, uno de los eventos populares más representativos de la ciudad.
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